El presidente del club, brindó este martes una conferencia de prensa en la que explicó el descargo formal que la institución presentó ante la Conmebol.
<p><strong>El presidente de Independiente, Néstor Grindetti</strong>, brindó una conferencia de prensa para detallar el descargo que el club presentó ante la Conmebol, tras los incidentes ocurridos en el estadio Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini durante el duelo entre el “Rojo” y Universidad de Chile por la Copa Sudamericana.</p>
<p>El comunicado fue un intento de defender a la institución y deslindarla de toda responsabilidad en la suspensión y posterior cancelación del partido de ida por los octavos de final.</p>
<p>Grindetti fue categórico en su exposición. En primer lugar, condenó enérgicamente los hechos de violencia registrados en el estadio, pero aclaró que <strong>Independiente no fue el generador ni el culpable de los disturbios</strong>.</p>
<p>“<strong>Independiente de ninguna manera fue responsable de la suspensión ni de la cancelación del encuentro</strong>. La<strong> cancelación del partido es exclusivamente por las agresiones de la hinchada visitante</strong>”, enfatizó Grindetti.</p>
<p>Además, el presidente agregó: “<strong>Remitimos un informe a la Conmebol demostrando que el club no fue responsable</strong> <strong>sino víctima</strong> de un grupo de delincuentes”.</p>
<p>El dirigente explicó que el choque había sido catalogado por las autoridades de seguridad como un partido de alto riesgo debido a antecedentes previos, motivo por el cual Independiente implementó todos los protocolos exigidos por Conmebol y reforzó el operativo policial y privado.</p>
<p>Según detalló, participaron decenas de efectivos y personal de control, en coordinación con el Ministerio de Seguridad, pero los incidentes se desencadenaron de manera inesperada y violenta por parte de la parcialidad visitante.</p>
<p>En este punto, Grindetti fue preciso al remarcar que la violencia no se inició dentro del campo de juego ni durante el partido, sino antes de que comenzara el mismo: “<strong>La violencia comenzó antes del inicio del partido y se terminó suspendiendo por el equipo visitante</strong>”.</p>
<p>Según la versión oficial de Independiente, los hinchas de Universidad de Chile fueron quienes provocaron los disturbios al destruir las cámaras de seguridad del estadio y generar enfrentamientos desde el primer minuto de su llegada a Avellaneda: “<strong>Desde el comienzo buscaron distorsionar la realidad. Todos saben que la agresión comenzó con su parcialidad</strong>”.</p>
<p>Para reforzar esta acusación, la dirigencia difundió un video institucional que reconstruye lo ocurrido desde la mirada del “Rojo”, con imágenes que muestran cómo los hinchas chilenos agredieron a efectivos policiales y causaron destrozos en las instalaciones del estadio.</p>
<p>Grindetti insistió en que esas pruebas forman parte del descargo entregado a la Conmebol y que confía en que el organismo actúe con “<strong>equilibrio y justicia</strong>” al momento de resolver.</p>
<p>Sin embargo, el presidente de Independiente no eludió referirse a los hechos protagonizados por un grupo de hinchas locales que intentó ingresar al sector visitante.</p>
<p>Los calificó de “delincuentes” y adelantó que <strong>el club los expulsará como socios</strong>, además de colaborar con la justicia para que reciban las sanciones correspondientes y se les prohíba el ingreso a cualquier estadio: “<strong>Estas acciones violentas exceden a Independiente como institución. Vamos a trabajar para que los responsables no vuelvan a manchar el nombre del club”.</strong></p>
<p>Al mismo tiempo, Grindetti destacó la actitud de la mayoría de los socios y simpatizantes que, en medio del caos, se comportaron con respeto y solidaridad, ayudando a otros hinchas a salir de las tribunas de manera ordenada: “<strong>Hubo una gran parte de nuestra gente que se comportó con dignidad y con valores. Eso también hay que reconocerlo</strong>”.</p>
<p>En cuanto a lo que viene, Independiente quedó a la espera de la resolución de la Conmebol, que deberá definir en los próximos días cómo continúa la serie de octavos de final.</p>
<p>El organismo sudamericano recibió los descargos de ambas instituciones y ahora tendrá la difícil tarea de determinar si se le da por perdido a alguno de los equipos o si ambos quedan eliminados de la competencia. El fallo también podría incluir sanciones económicas o deportivas para el club de Avellaneda.</p>
<p>El ganador de la llave deberá enfrentar a Alianza Lima en los cuartos de final el próximo 16 de septiembre, por lo que el tiempo apremia. Mientras tanto, la dirigencia del “Rojo” busca blindar a la institución frente a cualquier sanción severa que pudiera aplicarse y se aferra al argumento de que Independiente cumplió rigurosamente con todas las exigencias impuestas por Conmebol para la organización de este tipo de partidos.</p>
<p>En un momento clave de su gestión, Grindetti no dudó en enviar un mensaje político y social: “<strong>Condenamos la violencia en todas sus formas. Queremos que quede en claro que Independiente no es responsable de lo ocurrido</strong>. La violencia se originó exclusivamente en la parcialidad visitante, incluso antes de que inicie el partido. <strong>Nosotros confiamos en que la justicia actúe con equilibrio”.</strong></p>
<p>La crisis aún está abierta y el futuro de Independiente en la Copa Sudamericana dependerá de lo que resuelva Conmebol en los próximos días.</p>
<p>Lo que quedó claro tras la conferencia de Grindetti es que la dirigencia buscará sostener a toda costa que <strong>el club fue víctima de hechos ajenos a su control</strong> y que el verdadero responsable de la suspensión fue Universidad de Chile y su hinchada.</p>